Leclerc se estrella en Mónaco. Nadie es profeta en su tierra, o por lo menos así parece dejarlo en claro cada vez más el piloto de Ferrari, que, de nuevo, en su casa, no hace un buen papel.
Leclerc se estrella en Mónaco. Nadie es profeta en su tierra, o por lo menos así parece dejarlo en claro cada vez más el piloto de Ferrari, que, de nuevo, en su casa, no hace un buen papel.